La selva de Chiapas, mejor conocida como la selva Lacandona, se encuentra en Chiapas, México. Además, este lugar mágico es uno de los últimos Pulmones Verdes del planeta. Cuenta con un territorio de aproximadamente 1.8 millones de hectáreas.
Asimismo, la selva Lacandona posee una gran megadiversidad de 625 especies de mariposas, 114 mamíferos, 345 aves, 84 reptiles, y 3,400 especies de plantas. ¡Sin duda un paraíso en la tierra!
Durante la conquista, los españoles llamaron ‘lacandones’ a los grupos rebeldes (grupos indígenas de Yucatán, Chiapas y Guatemala), de ahí el nombre ‘selva Lacandona’. Debido a esta guerra, los grupos étnicos mayas comenzaron a huir y desplazarse por la selva.
Mientras se movían, los mayas empezaron a descubrir lugares sagrados que comenzaron a venerar, como los templos de Yaxchilán, Bonampak y Palenque.
Hoy en día, aún se realizan rituales en la selva de Chiapas, como el ritual maya lacandón, una ceremonia dedicada a uno de los lacandones más antiguos. Además, se lleva a cabo el ritual de adoración al dios Hachák yüm, el dios de los lacandones.
Así mismo, los mayas lacandones han sido los encargados de proteger la selva para conservar su biodiversidad. Mantienen un cuidado y conservación constantes de los recursos naturales.
Entre las especies más abundantes en la selva se encuentran: el jaguar, el guacamayo, el mono araña, y reptiles. Por otro lado, su flora se basa en árboles grandes como el caobón, baril, chicle, ceiba, etc.
Por otro lado, la selva tiene un clima cálido-húmedo, con temperaturas superiores a los 22°C (72°F). Este clima favorece los procesos de alteración mineral del suelo y también la degradación de la materia orgánica acumulada.
Sin duda, visitar la selva de Chiapas es algo mágico e inolvidable. Además de este lugar, podrás desconectarte del mundo y conectar contigo mismo y la naturaleza.
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