



Visitar Chiapas es una oportunidad para vivir nuevas experiencias. Es el estado mexicano con los paisajes naturales más impresionantes, con lagos, cascadas y cañones, “pueblos mágicos” y sitios arqueológicos. Su encanto también radica en que sigue siendo una joya escondida. Descubrir Chiapas es entender la esencia de México pero también disfrutar de un paraíso protegido.
El clima en más de la mitad del estado es caluroso y húmedo. En el norte de Chiapas, las lluvias son frecuentes durante todo el año, pero en el resto del estado solo llueve en la temporada de lluvias, que es el verano. Las temperaturas van de un máximo de 30ºC a un mínimo de 17ºC.

Según los especialistas en viajes de Rutopía, la mejor época para visitar Chiapas es entre noviembre y febrero. De hecho, en invierno, el clima es más agradable y fuera de la temporada de lluvias, más adecuado para nadar en las cascadas y ríos.
Entre marzo y mayo las temperaturas en algunas zonas superan los 40ºC.
Aunque no hay mal momento para visitar Chiapas, recomendamos evitar las vacaciones escolares y los puentes (especialmente Semana Santa en abril).

Chiapas es el segundo estado más diverso de México en cuanto a recursos naturales. Por ello, atrae a menudo a viajeros independientes, mochileros o familias y cuenta con muchos lugares para hospedarse, así como varias actividades que comentaremos a continuación.
San Cristóbal de las Casas se encuentra a 50 minutos de la capital, Tuxtla Gutiérrez. Su arquitectura y su pasado colonial y patrimonio, visible en cada esquina, son una invitación a pasear por una terraza y disfrutar la vista con un café cultivado por comunidades indígenas.
Debes tomarte el tiempo para contemplar la Catedral de San Cristóbal Mártir, una construcción barroca del siglo XVII.
También se recomienda una visita al Museo del Ámbar, que cuenta con una colección de más de trescientas piezas de joyería, amuletos y objetos de arte tallados a mano.
Las Grutas de Rancho Nuevo son un destino perfecto para una estancia familiar. Este espacio tiene, además de su zona de camping y asadores, juegos al aire libre de todo tipo, senderos, tirolesas y muros para escalar. El interés principal del lugar, sin embargo, es geológico, pues es una formación de estalactitas y estalagmitas.

Caminar por el pueblo de Chiapa de Corzo es garantía de poder admirar artesanías y disfrutar la gastronomía local. Tómate unos minutos para entrar a las pequeñas capillas del barrio como San Jacinto o El Calvario, donde se conservan hermosos retratos tallados en madera que datan del Renacimiento. La plaza, rodeada de pequeñas tiendas y puestos de comida, también vale la pena visitarla.
El Parque Nacional Cañón del Sumidero es una falla geológica de más de mil metros de altura y que se extiende por treinta y dos kilómetros a lo largo del río Grijalva. El parque alberga cascadas espectaculares, cuevas, una flora y fauna sumamente rica y con un poco de suerte verás cocodrilos.

Las Cascadas de Roberto Barrios, también conocidas como las Cascadas del Valle de Bascán, se encuentran a solo unos minutos de la ciudad de Palenque, en la tranquila Selva Lacandona.

Con sus 6 mil hectáreas de selva y coloridas lagunas, este es uno de los lugares más naturales del país y una visita obligada si recorres Chiapas.
Tendrás la oportunidad de remar en una balsa tradicional de madera sobre uno de los lagos más emblemáticos del Parque Nacional Lagunas de Montebello, disfrutando del intenso color azul que sus aguas ofrecen jugando con la luz del sol.

Velo de novia es un conjunto de cascadas que forman más de un kilómetro. La vista a lo largo del camino es impresionante y al final del recorrido se puede nadar. Si decides hacerlo, asegúrate de que sea en área autorizada y disfruta del color turquesa. También es posible hacer actividades como tirolesa.
También puedes practicar barranquismo con saltos de hasta 7 metros o, si prefieres, relajarte en una de nuestras hamacas a la sombra escuchando los sonidos del bosque y las cascadas.

Un itinerario en Chiapas no estaría completo sin unos días en la Selva Lacandona.
Dormir en medio de una selva espectacular, cruzar rápidos y liberar la adrenalina al máximo, para después relajarte en una hamaca a las orillas de un río, son algunas de las experiencias que ofrece Chiapas, sin olvidar los momentos compartidos con los habitantes de las comunidades mayas.
Los lacandones son los descendientes de esta civilización y aún están muy ligados a sus creencias y tradiciones ancestrales.

El Triunfo, el “bosque de niebla” y la selva tropical de Soconusco son los espacios naturales que concentran la mayor biodiversidad de Centro y Norteamérica debido a la gran cantidad de agua que se encuentra ahí.

El pueblo de Talquian, a los pies del volcán Tacaná – el punto más alto de Chiapas con 4,093 metros – es un destino tranquilo y alejado de las rutas comunes. Aquí las actividades son senderismo de montaña o paseos más relajados para descubrir flores y cruzar la selva hacia la frontera con Guatemala.

Es un destino que está en desarrollo y ofrece una infraestructura turística completa y una gama de actividades para todos los gustos, conservando su autenticidad.
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