



Los viajeros de hoy quieren alejarse del turismo comercial y experimentar el lado auténtico de los destinos. Las experiencias genuinas incluyen la comida, las tradiciones, la cultura, la arquitectura y la gente. Según el estudio de Paulauskaite et al., los viajeros asocian la autenticidad con experiencias donde pueden vivir como los locales y compartir su vida diaria. El estudio también menciona que este tipo de viaje contribuye a establecer valores como la empatía, la tolerancia y el intercambio cultural.

Vivir como un local nos permite crear relaciones sociales directas y encuentros interculturales auténticos con los habitantes. Pero, ¿cuáles son las razones para vivir este tipo de experiencia? Aquí están las razones para vivir como un local cuando viajas:

Los locales están orgullosos de su hogar y quieren compartirlo con los visitantes. Por lo tanto, el papel de los anfitriones locales como proveedores de información, como maestros, guardianes de la cultura y guías es esencial. Desde esta perspectiva, el turismo puede ser visto como una herramienta para apoyar las identidades locales de un destino en particular.

La interacción con los anfitriones locales realza la autenticidad de las experiencias de viaje. Quedarse con una familia local es una manera de convivir, entender cómo viven, comer comida local y también practicar su idioma.
Conozcamos las experiencias de Rutopía con anfitriones locales en todo México.

Los viajeros pueden obtener estimulación sensorial de las vistas, las experiencias culinarias y los paisajes sonoros. Al vivir como un local, pueden comer en las casas de los anfitriones locales, además de tener la oportunidad de aprender a cocinar platillos típicos. Por eso, no puedes perder la oportunidad de pasear por los mercados locales en busca de productos frescos y deliciosos.

Cuando vives como un local y te sales de la ruta turística, las probabilidades de descubrir tesoros ocultos conocidos solo por los locales son mayores, como sitios arquitectónicos, espacios naturales o destinos específicos de vida silvestre. Las cosas que encontremos mientras exploramos quedarán en nuestra memoria.

Los viajeros adquirirán conocimiento específico del destino durante su viaje, y su experiencia cultural será más enriquecedora. Además, podrán participar en festividades locales y aprender de primera mano sobre las costumbres que hacen única a cada cultura. Experiencias así seguramente harán que los viajeros sean más tolerantes y abiertos.

Cuando eliges quedarte con locales y comer en restaurantes locales, das un gran paso para apoyar su economía. Eso es turismo sostenible y responsable: asegurarte de que los beneficios lleguen a los habitantes. Estos viajes representan una oportunidad para beneficiar a las comunidades.
En Rutopía co-diseñamos una experiencia que resalta el conocimiento local y el patrimonio cultural.
La importancia de la gente local en la co-creación de experiencias de destino más auténticas es clave para Rutopía. A través de iniciativas que aseguran que un ingreso masivo de turistas no afecte los aspectos culturales regionales. Además, en Rutopía conectamos estas comunidades con viajeros interesados en conocer una comunidad llena de tradiciones. Así, durante el viaje no puede faltar la ruta gastronómica por Oaxaca. Otra opción, para los más aventureros, es hacer senderismo por el bosque de niebla. O podemos optar por una deliciosa taza de café en El Triunfo Chiapas o vivir la tradición del Día de Muertos en Pátzcuaro, Michoacán.

En El Almacén, la experiencia gira en torno al pulque y la relación de la comunidad con los agaves: una planta sagrada para las culturas prehispánicas. Aquí viviremos una experiencia gastronómica, ya que los habitantes nos mostrarán el proceso de producción del pulque y compartirán su gastronomía local. Además, los anfitriones son las ‘Mujeres Milenarias’, un grupo de productoras de pulque que reciben a los viajeros y comparten sus conocimientos sobre el agave y el pulque.

Rutopía nos lleva a la comunidad de Acaxochitlán, en Hidalgo, con sus guardianes nahuas del bosque de niebla que lo rodea. En esta experiencia recorremos la jungla, disfrutando hermosos paisajes de vegetación, montañas y cascadas. Al mismo tiempo, recolectamos hongos comestibles de la región que luego comeremos. Otra experiencia es la que las mujeres artesanas nos llevan para aprender sobre la tradición del bordado y las técnicas del telar.

Rutopía nos lleva a uno de los bosques más mágicos del mundo, el único donde aún hay quetzales en México. La reserva está rodeada por un cinturón de cafetales que la protege. Familias mayas tzeltales que cultivan café y cacao reciben a los viajeros. Los guías explican la ruta del agua, el proceso del café y la vida de las comunidades.

Con Rutopía, podemos conocer a los habitantes de las Islas Yunuen y Pacanda en Pátzcuaro, Michoacán y aprender sobre sus actividades y la vida en la isla. Las islas de Pátzcuaro son el corazón de la tradición del Día de Muertos aquí, y una familia abrirá las puertas de su hogar. Durante el viaje, aprenderemos sobre la interpretación de las ofrendas, cómo hacer calaveras de azúcar, conocer las islas y tomar clases de purépecha.
Entra aquí y vive como un local en uno de los destinos que ofrecemos en Rutopía.