



Las cascadas se forman por la caída natural de los cauces de los ríos y la irregularidad del terreno. La diferencia de alturas crea impresionantes caídas de agua, convirtiéndose en uno de los espectáculos más cautivadores de la naturaleza. Aunque hay muchas cascadas en México, Chiapas cuenta con algunas de las más hermosas. Un ejemplo destacado es El Chiflón, una serie de cascadas que fluyen a lo largo del río San Vicente en el municipio de Tzimol.
En total, cinco cascadas bajan por la ladera, cada una con su propio nombre: El Suspiro, Ala de Ángel, Arcoíris y Quinceañera. La más alta es Velo de Novia, que mide 120 metros de altura. Su nombre se debe a la apariencia blanca y ligera del agua al caer sobre las rocas, semejante a un velo nupcial.

Lo que distingue a estas cascadas es el sonido único que emiten. Al pasar el aire a través del agua, las caídas producen un silbido suave, una melodía que los visitantes pueden escuchar en toda la zona. Las cascadas de El Chiflón ofrecen una experiencia sensorial completa, perfecta para quienes desean sumergirse en la naturaleza.
Cuando las cascadas caen al suelo, forman pequeñas piscinas ideales para nadar y relajarse. No hay spa que pueda igualar el brillante tono turquesa de estas aguas. Rodeados de vegetación exuberante y los sonidos apacibles de la naturaleza, los viajeros pueden desconectarse y escapar del bullicio de la ciudad.

El paisaje que rodea estas albercas naturales presenta juncos, palmares, orquídeas, cedros, caoba y árboles frutales. La fauna local incluye conejos, armadillos, iguanas, serpientes y una gran variedad de aves, todos contribuyendo a la armonía natural del área.
La zona de las cascadas El Chiflón ha sido un centro de ecoturismo durante más de una década, ofreciendo dos tipos de hospedaje. Las familias pueden preferir rentar una cabaña acogedora, mientras que los visitantes aventureros pueden optar por acampar.
La principal atracción aquí es el recorrido por las cascadas, que consiste en un camino ascendente de casi mil escalones de piedra que conducen al punto más alto, Velo de Novia.
Otra actividad popular es la observación de animales, y varios miradores ofrecen vistas panorámicas del paisaje. Para quienes buscan emoción, hay una tirolesa con dos estaciones: la primera atraviesa el río donde nacen las cascadas, y la segunda cruza frente a la cascada más alta.

Las cascadas de El Chiflón son un paraíso natural único. Una visita a Chiapas estaría incompleta sin pasar al menos un día aquí. A diferencia de los destinos turísticos típicos, este refugio tranquilo ofrece un equilibrio perfecto entre relajación, diversión y una profunda conexión con la naturaleza.
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