



Cuando pensamos en un viaje a Yucatán, nos imaginamos explorando sus sitios arqueológicos, un paseo por Mérida, y la posibilidad de nadar en uno de sus cenotes. Sin embargo, Yucatán es mucho más que eso. Es la región de la baja cultura maya, cuya huella histórica y su paisaje natural le dan una identidad tan auténtica como fantástica, llena de colores.
Es una zona rica en atractivos turísticos — experiencias que van desde sitios arqueológicos, playas, manglares y cenotes. Pero comencemos desde el principio.
El estado de Yucatán se encuentra en la parte norte de la Península de Yucatán. Es importante aclarar que la Península de Yucatán está compuesta por varios estados además de Yucatán: Quintana Roo y Campeche. Aunque estas zonas comparten tradiciones y forman parte de la historia maya, tienen composiciones territoriales y atractivos diferentes.

Yucatán tiene playas sobre la costa del cálido Mar Caribe y el Golfo de México, además de ciudades coloniales. Su capital es Mérida, conocida como la ciudad blanca gracias a su arquitectura emblemática.
El estado cuenta con 106 municipios, cada uno una joya representativa del estado. Hay una historia por descubrir en todos ellos, y aunque parezca imposible, será algo que querremos hacer una vez que pongamos pie allí.

Durante el viaje habrá una sensación de querer hacerlo todo simultáneamente, desde visitar playas, nadar en cenotes, recorrer ciudades coloniales y probar platillos eclécticos que mezclan todas las historias de México.
La temperatura anual promedio en Yucatán es de 26°C, pero las máximas alcanzan los 36°C en mayo. Esto indica que las mejores épocas para viajar son entre enero y mayo y entre octubre y enero, cuando las temperaturas promedio mínimas rondan los 16°C.
El clima es principalmente cálido y subhúmedo, y las lluvias ocurren en verano, de junio a octubre.
La gastronomía yucateca está basada en los aromas y sabores de ingredientes diversos como limones, naranjas, achiote, chiles habaneros, plátanos y calabaza. En Yucatán, la influencia maya es evidente en su cocina local.
Entre sus platillos están los papadzules, panuchos, poc-chuc, queso relleno, cochinita pibil, sopa de lima, pollo pibil, etc., una explosión de sabor y color. En cuanto a los dulces, destacan las marquesitas, churros y el helado.
Para refrescarse después de explorar Yucatán, recomendamos beber agua de chaya.

Si exploramos Yucatán, debemos visitar los impresionantes cenotes, un fenómeno natural único en la zona. Los cenotes de Yucatán tienen colores azul turquesa y verde esmeralda. Para preservar los cenotes, se recomienda ducharse antes de entrar para evitar que químicos o bloqueador solar entren al agua. En los cenotes se puede nadar, bucear y hacer snorkel.
Yucatán también es para almas que buscan estar en contacto con la naturaleza. Para ellos, hay múltiples propuestas, como pasear en kayak entre manglares, descender en rappel por cenotes, observar la fauna y disfrutar de un auténtico paraíso para aves. Un estallido de naturaleza que nos hará tomar miles de fotos.

La autenticidad es difícil de encontrar hoy en día. Cada vez son menos los lugares que conservan una cultura tan arraigada y rica en costumbres y tradiciones como el estado de Yucatán. Desde celebraciones mayas tradicionales hasta la cooperación y conciencia colectiva que dan a la comunidad un sentido de pertenencia y un inmenso orgullo regional.
Por otro lado, los yucatecos se han encargado de destacar sus estilos musicales a nivel regional y nacional. Por ejemplo, la jarana es una de las danzas nativas del territorio que a veces los acompaña. O escuchar buena música en vivo en sus plazas con un buen mojito.
El estado de Yucatán tiene cuatro pueblos mágicos: Izamal, Valladolid, Maní y Sisal. Estos pueblos ejemplifican y nos transportan a la cultura, tradiciones y esencia mágica de Yucatán. Son una excelente opción para caminar por sus calles coloniales y disfrutar de la hermosa arquitectura, su gente y su gastronomía auténtica.

Con Rutopía viviremos Yucatán de distintas maneras. Así que, ya sea que busquemos un viaje en familia o una escapada romántica, en Rutopía contamos con los especialistas perfectos para diseñar esta aventura.
Otra opción es vivir Yucatán de la mano con las comunidades. Donde visitaremos un encantador pueblo pesquero, que fue lugar de intercambios comerciales entre los mayas. Después, podremos ir a la Reserva de la Biosfera Ría Lagartos. Finalmente, tras este glorioso día, nos dirigiremos a la bella ciudad de Valladolid.
También, durante un viaje a Yucatán, podemos aprender de excelentes guías espirituales y sus conocimientos. Esto a través de talleres como sobre plantas medicinales o la importancia del maíz. También podemos aprender a conectar con la naturaleza y vivir un viaje espiritual en un cenote.

Para los aventureros, existe la opción del ecoturismo. Los cenotes, manglares y zonas arqueológicas son lugares perfectos para el ecoturismo en el estado, como el buceo, la pesca y el campamento. En esta experiencia podemos conocer la diversidad de la fauna local. También podemos vivir fenómenos naturales extraordinarios, como Las Coloradas, una laguna teñida en distintos tonos de rosa.
Por último, pero no menos importante, podemos experimentar Yucatán a través de su comida: ¡Yucatán es un gran lugar para comer! Podemos hacer un recorrido por Yucatán disfrutando de su exquisita gastronomía. La comida yucateca es una de las gastronomías más espectaculares de México. La comida es tan importante en este estado que tiene un platillo tradicional para cada día de la semana, como el platillo de frijoles con puerco los lunes.
Yucatán es un lugar mágico y colorido que hará que los visitantes se enamoren de todo lo que ofrece. Ya sea que se visite con familia o amigos, es uno de los mejores destinos en México. Este destino debe ser imprescindible en los planes para conocer México.
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